El 30 de abril del año 2000, coincidiendo con la canonización de Santa Faustina, “Apóstol de la Divina Misericordia”, Su Santidad Juan Pablo II instituyó oficialmente la Fiesta de la Divina Misericordia a celebrarse todos los años en esa misma fecha: domingo siguiente a la Pascua de Resurrección.
Nuestro Señor dio instrucciones a Santa Faustina para que la fiesta se preparara con una novena, en la cual se reza la Coronilla a la Divina Misericordia, ofreciéndola cada día por la intención indicada también por nuestro Señor a la Santa. Esta novena comienza hoy, Viernes Santo, y la publicaré para quienes deseen prepararse de ésta manera para la Fiesta de la Divina Misericordia.
Faustina, don de Dios a nuestro tiempo, don de la tierra de Polonia a toda la Iglesia, concédenos percibir la profundidad de la misericordia divina, ayúdanos a experimentarla en nuestra vida y a testimoniarla a nuestros hermanos. Que tu mensaje de luz y esperanza se difunda por todo el mundo, mueva a los pecadores a la conversión, elimine las rivalidades y los odios, y abra a los hombres y las naciones a la práctica de la fraternidad. Hoy, nosotros, fijando, juntamente contigo, nuestra mirada en el rostro de Cristo resucitado, hacemos nuestra tu oración de abandono confiado y decimos con firme esperanza: "Cristo, Jesús, en ti confío". (Homilía de S.S Juan Pablo II, 30 de Abril del 2000)
Nuestro Señor dio instrucciones a Santa Faustina para que la fiesta se preparara con una novena, en la cual se reza la Coronilla a la Divina Misericordia, ofreciéndola cada día por la intención indicada también por nuestro Señor a la Santa. Esta novena comienza hoy, Viernes Santo, y la publicaré para quienes deseen prepararse de ésta manera para la Fiesta de la Divina Misericordia.
Faustina, don de Dios a nuestro tiempo, don de la tierra de Polonia a toda la Iglesia, concédenos percibir la profundidad de la misericordia divina, ayúdanos a experimentarla en nuestra vida y a testimoniarla a nuestros hermanos. Que tu mensaje de luz y esperanza se difunda por todo el mundo, mueva a los pecadores a la conversión, elimine las rivalidades y los odios, y abra a los hombres y las naciones a la práctica de la fraternidad. Hoy, nosotros, fijando, juntamente contigo, nuestra mirada en el rostro de Cristo resucitado, hacemos nuestra tu oración de abandono confiado y decimos con firme esperanza: "Cristo, Jesús, en ti confío". (Homilía de S.S Juan Pablo II, 30 de Abril del 2000)
NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
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DÍA PRIMERO
(Se reza la Coronilla a la Divina Misericordia, ofrecida por la siguiente intención:)
Hoy traeme A TODA LA HUMANIDAD, ESPECIALMENTE A TODOS LOS PECADORES. y sumérgelos en el mar de Mi misericordia. De esta forma Me consolarás de la amarga tristeza [en] que me sume la pérdida de las almas.
(Se reza la Coronilla a la Divina Misericordia, ofrecida por la siguiente intención:)
Hoy traeme A TODA LA HUMANIDAD, ESPECIALMENTE A TODOS LOS PECADORES. y sumérgelos en el mar de Mi misericordia. De esta forma Me consolarás de la amarga tristeza [en] que me sume la pérdida de las almas.
Jesús tan misericordioso, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu muy compasivo Corazón y nunca nos dejes salir de Él. Te lo suplicamos por Tu amor que Te une al Padre y al Espíritu Santo.
Padre eterno, mira con misericordia a toda la humanidad, y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el Corazón de Jesús lleno de compasión, y por Su dolorosa Pasión muéstranos Tu misericordia para que alabemos Su omnipotencia por los siglos de los siglos. Amén
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